"Hasta pronto..."

Una despedida no significa un adiós definitivo, y el cierre de estas entradas no significa que esto vaya a terminar. 

Tras un corto cuatrimestre tratando temas tan diferentes, llegó la hora de decir "Hasta pronto".

Cuando el primer día de clase los profesores nos dijeron: "tenéis que hacer un portafolio", todo fueron malas caras, ya que todos creímos que era algo aburrido, que lo hacían por controlar si estábamos atentos en clase, pero tras escribir todas y cada una de estas entradas, me he dado cuenta de muchas cosas que antes pasaban desapercibidas para mí. 

Con esta tarea de escribir, han desarrollado en nosotros la creatividad y la originalidad; nos han dado la oportunidad de expresarnos libremente sobre los temas que nosotros creemos adecuados, nos han hecho reflexionar, indagar más allá, buscar explicaciones y encontrar respuestas al tiempo que hacemos un uso de la tecnología. Todo ello a contribuido a hacernos mejores personas, a descubrir cómo es la sociedad reinante y cómo queremos que sea la sociedad en la que vivan nuestros futuros hijos; para ello debemos implicarnos en cambiar multitud de cosas.

Hablar de acoso, de tecnología, de cambios en la sociedad, de derechos y otros miles de temas, no vale de nada si no nos ha influido en la manera de ver las cosas y en la forma de actuar con nosotros mismos y con los demás.

La abstracción de esta asignatura ha permitido conocer diversos puntos de vista y saber que, aunque todos seamos diferentes, debemos ser aceptados y valorados. 

Aquí cierro este capítulo, pero no es un adiós, lo dejo en un "Hasta pronto". 

"Mi papá es un mentiroso"

Tras esta despedida, un poco amarga, he llegado a la conclusión de que elegir ser maestra ha sido lo mejor que he podido hacer; aunque yo, un insignificante ser entre otros tantos, pueda aportar mi granito de arena, enseñando y ayudando a las personas más vulnerables a ser personas honradas y a luchar por sus sueños, creo que podré tener la conciencia tranquila. 

Si uno a uno fuéramos reflexionando acerca de la vida que llevamos y la que queremos para nuestros niños, quizás el mundo no fuera el que hoy en día tenemos. 

Me gustaría aportar un vídeo que nos dará que pensar...

¿Hasta cuándo?

¿Dónde quedan los derechos humanos de cada persona?

¿Avanzamos o retrocedemos en el tiempo?

En pleno siglo XXI, me pregunto si de verdad hemos y estamos evolucionado como personas o si solo lo hacen nuestros cuerpos y nuestras mentes quedan atrás.

Es impensable que en plena actualidad tengamos miedo de acudir a conciertos, partidos de fútbol, a otro país o simplemente a coger un tren por todos los sucesos, cada vez más frecuentes, que ocurren en nuestro país o a escasos kilómetros de nosotros.
El problema de nuestra sociedad es que hacemos oídos sordos a todos los problemas porque creemos que a nosotros no nos van a salpicar, pero no nos damos cuenta de que dando la espalda, no resolveremos nada.

Es escalofriante imaginar que vas caminando por la calle y de un momento a otro acabes tiroteado, sin ningún por qué, pero también es aberrante que miles de niños con tres años carguen con metralletas y se les enseñe a matar. ¿En qué sociedad vivimos?

Si en pleno siglo XXI suceden estas cosas, ¿qué pasará dentro de unos años? 

¿De verdad esta es la sociedad que queremos para nuestros hijos? 

Solo digo que, mientras el mundo se rompe, los de ahí arriba siguen impasibles. 

Si este es nuestro presente, ¿qué futuro nos espera?

¿Dónde quedaron el "derecho a la vida" y "derecho a la integridad personal" ?

¿Es justo que tantas personas inocentes pierdan su vida?

¿Por qué pasan estas atrocidades?

¿Cómo podemos poner fin a esto?

Por qué, cómo, cuándo... y otros miles y miles de interrogantes que nunca llegaremos a desvelar.

¡SOMOS EL EJEMPLO A SEGUIR!

Desde que somos pequeños nos inculcan cómo debemos hablar, cómo debemos comportarnos y cómo debemos actuar con los demás y muchos os preguntareis "si desde pequeños nos dicen constantemente qué debemos hacer, ¿por qué muchos personas no actúan "como deberían"?

Debemos comenzar por ejemplo, y eso es lo que falla en multitud de familias.

Si  queremos que nuestro hijo hable con respeto a otra persona, ¿por qué nosotros hablamos a las personas que nos rodean de forma irrespetuosa? 

¡NO PODEMOS EXIGIR SI NOSOTROS NO ESTAMOS DISPUESTOS A HACER!

Con esto quiero decir que será inútil decirles a nuestros hijos cada día qué es bueno y que es malo, debemos proponerles interrogantes que les hagan reflexionar y desarrollar su imaginación, al tiempo que descubren cuáles son los aspectos y comportamientos que quieren desarrollar y quieren que los demás adopten con ellos y cuáles son las formas incorrectas que deben evitar. 

La actualidad revela que:

¿Cómo influyen las redes sociales en nuestras vidas?

Creo que el interrogante con el cual comienza esta entrada suscita muchas respuestas y todas ellas resumidas en una palabra: CAMBIO.

 Si echamos la vista atrás no imaginamos la sociedad de los años 70 con un móvil de última generación en la mano, ni podemos imaginar que en el paleolítico las personas que allí habitaban, usaran el Facebook, el Instagram o cualquier otra red social existente en el siglo XXI. Esta entrada puede crear bastante polémica, pero yo quiero dar mi humilde opinión. Como era de esperar, las tecnologías avanzan y con ellas, las personas. Aunque este avance tiene muchas desventajas también tiene otras muchas ventajas como por ejemplo que nos permite estar conectados con personas que se encuentran en el otro lado del mundo, nos proporciona comodidades ya que la actualidad, no se tiene tiempo de nada, muchos trámites se pueden realizar por Internet y eso es una gran facilidad y otras muchas más ventajas.

 El problema aparece en las redes sociales... Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y otras muchas redes que han existido a lo largo del tiempo son páginas diseñadas para interaccionar con personas conocidas o desconocidas, para publicar fotos, compartir mensajes etcétera; ¿Dónde van a parar todas esas fotos? por mucho que privaticemos nuestras cuentas ¿por qué hay personas que siguen teniendo acceso a nuestra información "privada"?, pues bien, deberíamos controlar aquella información que proporcionamos en las redes, aquellas imágenes que subimos y todo aquello que publicamos, pues no sabemos qué clase de persona puede estar viendo esa información y con qué fin pueda aprovecharse de ella.

 El gran motivo de preocupación llega cuando nuestros hijos, de edades tempranas y más mayores, acceden a este mundo sin tener ningún tipo de conocimiento, exponiéndose así cualquier cosa. Desde las escuelas y en las familias deberían crearse programas de información acerca de estas redes y advertir de los riesgos que se corren haciendo un uso inadecuado.

¿Nos emocionamos?

El pasado día tuvimos la suerte de contar, los alumnos de 2º de Magisterio Infantil del campus de Toledo, con la visita de Miguel Romo Diez el cual nos habló de emociones.

Tras esa conversación y tras intervenir de forma activa, este asunto me dio que pensar... Me gustaría lanzar estas preguntas: "¿Nos emocionamos con los pequeños detalles? ¿Agradecemos a las personas que nos hacen bien? ¿Valoramos lo que tenemos? ¿Conocemos realmente a las personas que consideramos "amigos/as?"

 Haciendo un pequeño análisis personal, creo que en el siglo XXI está infravalorado el emocionarse... a día de hoy a una gran parte de la sociedad le da vergüenza llorar delante de otra persona, otra gran parte es capaz de retener sus emociones cuando algo les alegra; a día de hoy, he descubierto que el orgullo mueve montañas y que quedan muy pocas personas "reales", y cuando hablo de "real", me refiero a esas personas transparentes, esas que lo dan todo sin esperar nada a cambio, esas que si tienen que llorar de tristeza delante de cientos de personas, lo van a hacer, esas personas que se emocionan al leer un libro, esas que se preocupan por los detalles que las demás personas obvian, esas que sueltan una lágrima al leer un buen libro, esas que lloran de alegría cuando les das una sorpresa, esas que te entienden, que se preocupan y que valoran lo que tienen sin necesidad de perderlo.

 Con esto quiero decir que en pleno siglo XXI prima la apariencia, el orgullo, las amistades por conveniencia, un buen cuerpo, una mente vacía... Hagamos algo por cambiar esto, pongamos de moda el "ser uno mismo".

Reflexionemos...

Tras ver las recientes noticias, creo que este tema da que pensar... En pleno siglo XXI el tema del acoso está a la orden del día; me parece denigrante que sigamos tratando este tema, me parece horrible que la sociedad avance, que la mentalidad de las personas "supuestamente" haya avanzado, pero a la hora de la verdad sigamos con mentalidades arraigadas pero sobre todo considerándolo todo como "acoso".
 Estoy en total acuerdo con la necesidad de preocuparnos más por los temas que conciernen a nuestros hijos y nuestros alumnos, por los problemas que puedan surgirles en su día a día en la escuela y fuera de ella para detectar posibles irregularidades en sus vidas. Aunque estoy de acuerdo con esta nueva actitud, también considero que no todo debemos generalizarlo al ámbito del acoso, que hay situaciones inevitables, como por ejemplo una discusión o una pelea, que es normal que tengan lugar entre niños o adolescentes. Nosotros como maestros tenemos que estar muy pendientes y debemos preocuparnos por cada uno de nuestros alumnos, pero no podemos realizar el papel de policías.

Con esta imagen creo que dejo abierto un gran interrogante y sobre todo un gran debate...

En el siglo XXI seguimos hablando de "acoso"...

Cambios sociales en la familia.

La primera definición que encontramos en Google acerca de cambio social es la siguiente: El cambio social es una alteración apreciable de las estructuras sociales, las consecuencias y manifestaciones de esas estructuras ligadas a las normas, los valores y a los productos de las mismas. El estudio del cambio social comprende la determinación de las causas o factores que producen el cambio social.

Podríamos estar hablando una eternidad sobre este tema, podríamos centrarnos en todos los aspectos que trata, pero prefiero centrarme en cómo han "evolucionado" las familias. En la antigüedad era impensable una familia con un solo miembro representante, era impensable el divorcio y que la mujer trabajase fuera de casa. En la actualidad, si entrásemos en una clase de 25-30 alumnos, aproximadamente, e hiciéramos la pregunta: "¿Quién vive con su padre y su madre?" las respuestas serían totalmente diferentes a las que hubiésemos recibido, con la misma pregunta, hace 15-20 años.

En los tiempos que corren la sociedad avanza a pasos agigantados...antiguamente no podíamos comprender que en una familia faltase alguno de los integrantes o que los hijos pudiesen ser concebidos por medios con los que contamos en la actualidad como la reproducción asistida. La antigua estructura familiar hacia creer que las familias eran una perfecta unión, pero ahora sabemos que eso no es así; antes también se producían problemas en las relaciones pero el divorcio era impensable ya que la ley entró en vigor en 1981. A día de hoy creo que las relaciones dentro de una familia son más sinceras puesto que si existe la imposibilidad de arreglar problemas, la pareja tiene la posibilidad de separación sin detenerse en la opinión social.

Desde la escuela deberíamos fomentar el cambio en las familias, deberíamos fomentar la comprensión de que en la actualidad existen familias de todo tipo: hogares unipersonales, familias nucleares, hogares mono-parentales, uniones de hecho, parejas homosexuales etc... y todas ellas deberán ser igualmente aceptadas.

¿Las TIC generan desigualdad?

La tecnología avanza a pasos agigantados. A día de hoy, no podemos imaginar nuestra vida sin un teléfono, un ordenador, un televisor, una tablet, una cámara de fotos... y ahora es cuando yo lanzo esta pregunta ¿Cómo vivían nuestros antepasados sin esta tecnología? mis abuelos han crecido estupendamente, mis padres han sido la mar de felices y yo... yo creo que no podría estar más de un día separada de mi móvil. Aquí me gustaría dejar una noticia que quizás pueda interesar viendo el avance de Internet y viendo sobre todo cómo afecta a las personas más vulnerables, nuestros hijos.

El problema no reside solamente en la obsesión y adicción; ya que nos hemos centrado en los niños, entre ellos podemos observar cómo se producen situaciones de desigualdad. Si observáramos una clase habitual, podríamos ver que existen niños con un alto poder adquisitivo, otros de un rango adquisitivo menor y otros muchos niños bastante humildes; pues bien, como lo que más prima son las familias que pueden dotar a sus hijos de un móvil de última generación, encontramos una primera desigualdad; muchos dirían que la solución es dejar de traer los móviles a clase, yo digo que los colegios deberían proporcionar material tecnológico que pudieran utilizar los alumnos para tareas seleccionadas, por tanto, con esta medida erradicaríamos en cierta parte dicha desigualdad. En mi opinión, nosotros como padres y los maestros en las escuelas, deberíamos fomentar el uso correcto de las tecnologías mediante programas que se imparten en los colegios, los padres deberían controlar y restringir los accesos a determinadas páginas web y sobre todo, deberíamos avisar de los riesgos que existen sin ningún tapujo. Todos estamos de acuerdo en que la tecnología avanza y seguirá avanzando, pero nosotros podemos avanzar de su mano de una forma segura y no se me ocurre mejor manera de transmitirlo que mediante nuestro ejemplo.

¡Una nueva bienvenida!

¿Alguna vez os habéis preguntado que función tenemos en la vida? ¿Os habéis preguntado por qué hemos venido a este mundo? ¿Nunca os habéis parado a pensar por qué tomamos unas decisiones y no otras?  Pues bien, todo ello no tiene una única respuesta y lo que es peor, ninguna es clara o contundente... 

Yo estoy aquí para dar mi opinión, para expresarme, para plasmar mis ideas, para reflexionar de la vida y del mundo que nos rodea; por ello creo que la asignatura de "Educación y sociedad" será el hilo conductor de mis reflexiones, instrumento usado para el aprendizaje y sobre todo, mediante la continua práctica, espero alcanzar los conocimientos necesarios que pueda utilizar en mi futuro como maestra. 

Tal y como empezaba redactando este apartado, me gustaría responder a la pregunta "¿Por qué tomamos unas decisiones y no otras?"; yo sé que no estoy aquí por casualidad si no por una causalidad, la causa que me ha traído hasta aquí, han sido mis ganas de aprender para poder enseñar a los demás, ha sido el profundo cariño y amor que tengo hacia esas "personitas" sin maldad que nos enseñan cada día a ver la vida desde otro punto de vista, el del amor, la sinceridad, el agradecimiento y el desinterés. Tras muchos quebraderos de cabeza, creo que he escogido la profesión adecuada, la que encaja conmigo y la cual estoy segura que me hace y me hará en un futuro, muy feliz.